viernes, 30 de julio de 2010

Hacky Sack

Una al aire: derecha, izquierda, al suelo, de nuevo. Concentración, meditación, relajación, ¡acción!

Dos al aire: derecha, izquierda, al suelo, de nuevo.
Paciencia, conciencia, elocuencia, ¡comienza!

Tres al aire: derecha, izquierda, izquierda, izquierda.
                      ¡¡¡Demencia!!!

Deseando ser pez.


¿Por qué no podemos nadar si estamos sumergidos? se preguntaba hoy, mientras sentado estaba mirando hacia afuera, aguardando llegar a la parada de su hogar.

Una conversación del aire como sombra, de amor como aire y de todo lo demás.

Además de las ganas insanas de haber nacido pez, pensamientos le atormentan con lo bueno que sería; incluyendo no tener que saber como llamarse, solo nadar y nadar.

Pero un pez es muchas cosas no solamente nadar, es deseo de enfrentarse a la humanidad, ser un pez es casi humano como la vida normal. Es verdad, estamos sumergidos, pero no es agua en donde debemos nadar sino en caos y miseria como todos los demás.