martes, 31 de agosto de 2010

Ignominia y algo más

Devorado como antes por una mirada cualquiera, él sufría, pero con despreciable intensidad; no fue del todo similar. 
Aún así latía algo apenas, como de especie vulgar, de grotescos rasgos ajenos a su ajena voluntad, fue ignominia la verdad, eso fue todo y nada más.
Algo antes que a alegría supo, algo más bien casi moral, ahora un poco imperceptible; ignominia no fue todo, fue también quizá algo más.

sábado, 28 de agosto de 2010

Comatose

No pasa nada, nunca se sabe, él no lo sabe. Todos lo viven, él lo respira, nadie lo mira. Solo depende, no está consciente pero lo siente.
Esta perplejo y ahora lo sabe, ahora lo intenta. Despertar busca, no lo consigue, algo le impide.
Pero es ahora que lo lamenta, ¿quieren que mienta?. El pesar duele, nada consuele, siento que muere.
Muere y muere en su agonía, dejó atrás la fantasía, y el dolor que es sutil, leve y fútil ya no se siente, solo se mira.

martes, 17 de agosto de 2010

InfiMal (fragmento)

Entonces caminaba solitario por la calle, en busca de huevos para tibiarlos en el desayuno. Vehículos vacíos puestos de acuerdo para acumularse. En esa intersección inventaban un caos imperceptible, todos estábamos acostumbrados a eso. De molestarle, no, pero estaban tan vacíos como un tronco roído por termitas, casi deshabitado. 
No hay menor idea del porque se cruzó en su mente esa irremediable situación pero de algo estoy seguro; el día estaba frío y sus pasos estaban lentos, como no queriendo avanzar, estancándose en el inmediato pasado. 
No es fácil vivir solo recordando, inclusive los pasos que se dan en segundos se olvidan, y la mente, su mente, maquinal en sus acciones, le resta solo pasarse de revoluciones recordando, mas no viviendo el presente.
Pobre hombre, un ínfimo mal cercaba su vida. 
Ojalá él pudiese transportar la preocupación del pasado al presente. 

jueves, 12 de agosto de 2010

Cortometraje


P.P.: luna henchida y pino aubérrimo,
P.M.: colosales e infinitas estrellas,
P.G.: frío casi visible.
Diafragma abierto, pupila dilatada, sensación descomunal.

Marquesina blanca, chaqueta roja de color, una hermosa mujer y un hombre.
Reloj de agujas 7:49, agua en el pavimento, y a las 8 un taxi amarillo.
Toma de 11 minutos que duraban siglos, años luz de supernova, calor de un sol infinito.

Desgarrador delirio, melodrama de un solsticio, cruel memoria de un bisoño inexorable.
Filme en bucle infinito, en su mente, en su alma, casi siempre él conmovido.
Aguardando impaciente una nueva segunda toma, por los errores cometidos; el maquillaje erróneo corrido.

La cinta había terminado, casi inexistente, al inicio; cortometraje inevitable porque la actriz se deshizo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Mutacional 1

A diario su piel cambiaba de color.
Un día verde, un día azul, un día rayado, de pastel, otros blanco y negro, en sepia, negativo y tricolor. Mutar explícitamente denotaba vanidad, rara especie de multipolaridad.
Ser visto, tratado con atención, a veces bien a veces mal, para ese loco infame incompletamente claridad.

Ha tenido suficiente, pero es sentar su mente en un color algo que no le cabe duda, es difícil de lograr, difícil de realizar. Difícil de mitigar se ha vuelto él, aspereza al fijar su tonalidad para hoy y para siempre, la combinación perfecta de emociones, un traje eterno de llevar...

lunes, 9 de agosto de 2010

Desconfianza

Página en blanco suplicaba el momento, él mientras tanto sugería un silencio, al menos un minuto por los cuentos, por los descalzos lamentos, decepciones y tormentos.
Más que todo por la lástima que a menudo presentaba augurios de un falso silencio, uno como a las espaldas, entrañable y doloroso más que nada.

Ya no vale ni la pena, porque todo es un supuesto, algo de poca importancia, al menos lo es para el resto.
Esta página al final no está en blanco sino en un tono amarillento, escarnecido por los de cerca y los de lejos, él prefiere compasión, compasión para el resto.

sábado, 7 de agosto de 2010

Enigma utópico

Le habían quitado parte de sí, quedose todo él vacío un espacio.

 ¿Rellenarlo?, no calzaba pieza alguna que rellenara el espacio, rompecabezas con fragmentos perdidos de imposible reemplazo.

 Trozos de trazos de colores, imposible de igualarlos; matices de grises, verdes y morados.
Su esperanza, intacta por la existencia de esa pieza que moldee aquel lugar singular, irregular.
Esperando un día la osadía de calzar una ficha mejor, multicolor; o quizá por qué no, una que calce y ocupe el vacío, una que colme su corazón de alegría, utopía, fantasía, amor.

viernes, 6 de agosto de 2010

Refracción emocional

Él estaba aún cubierto de una capa de un arraigado hedor inverosímil; poco después ese, que se veía tan vulnerable, fue adentrándose y tomó control. Entonces miserable, triste y depresivo desdibujaba él en sí mismo lo que alguna vez fue alegría.
Salía él, ensimismado, arrastrando su alma por el piso, del lugar.
Alrededor del universo se encontró con una luz que le bastó para sanar, echar a correr y sonsacar felicidad.
Ya despierto sin hedor y sin pesar, y sin rencor, y sin callar se encontraba ahora en un banquete de ambrosía y variedad. Repletó él hasta colmar su sed de cariño el alma que el mismo día murió de soledad, resucitándola, haciéndola vibrar.
Eternamente agradecido por el hálito de luz, él vive ahora cada instante sin cesar.

jueves, 5 de agosto de 2010

Bayoneta

La calleja colonial de las palabras, el estirpe de cera del silencio, las ventanas a la calle de la bulla; el entorno parcial del pasado, la pasión liberal de un hombre y la del resto que se le unieron.


Complot naciente en el silencio, excesiva calma antes de empezar, el golpe de estado en su esplendor y las muertes y demás.

Los acallados por bayonetas, los sosegados por metralletas; los pulcros combatientes de la libertad, los que lo lograron y no lo vivieron al final.
Catedráticos y políticos, los de la primera carta republicana, los cabecillas y los soldados; todos ellos héroes de guerra, responsables de la libertad.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Pánico escénico

Tras el telón de la lúgubre realidad, se encontraba él en su mundo, todo aquel lleno de fantasía y falsa percepción de lo netamente existencial.
Un paso al costado y otro más cuando corría la cortina; se levantaba el telón y él vislumbraba realidad, desasosegado y cegado por el contraluz de la existencia, casi se negó a aceptar el caótico entorno que traía consigo la realidad.

Se aventuró a pasar al escenario, a carcajadas rieron los que estaban, y los que no estaban no existían, los que existían eran rojos, él traía color verde en sí, y el motivo del enérgico coro se transformó en tristeza y miedo para él y los de atrás.

Ellos estaban atrás, bajo el umbral de un fútil telón 'angelical'. Angelical para su mundo, para la realidad barbaridad.
Partes de él en frente y partes de ellos atrás, ellos eran los recuerdos, él un tipo casi normal.

martes, 3 de agosto de 2010

Artísticamente...

es la mitad de un sol dentro de la mitad de otro que a su vez tiene la otra mitad tuya y tu la del otro
es anaranjada
es eterna
es un bucle infinito que revoluciona incrementando indefinidamente desde lo q somos a lo q somos reflejados en una parte fisicamente separada
es tambien una hilera de precipicios con una hilera de personas cayendo
es precisamente esa sensacion de caer pero sin miedo
sin fondo
es lo q no existe porq de a poco se extingue

lunes, 2 de agosto de 2010

Azul hielo

Entraba al portal del arte susurrando alegría, excelente compañía.
Paralelo con el cielo, todo azul se volvió el día. Solo eterno hasta cuando se tornó una mirada familiar para sus ojos; de verdad no la era pero la sensación sí, azul hielo después de eso, huir cobarde al final y una frase para pensar 'en mi defecto: tú, en su defecto: nadie'.

domingo, 1 de agosto de 2010

Policías y ladrones

Cuando acostado yacía sobre el césped verde, al cielo azul miró y descubrió que caía sobre él una inmensa oleada tecnicolor de pensamientos.
La sensación de un niño que no sabe a que bando pertenece cuando juegan 'Policías y ladrones' le nació, y una inexplicable situación existencial casi le obligó a esconderse a esperar, espectar, callar, llorar y sollozar...

Al terminar el juego ya sabrá cuál fue su bando, hasta le deja de importar; ahora le atormenta demasiado esperar, pensar en solo espectar; le interesa jugar a la vida real, a no imaginarse vistiendo zapatos ajenos con sus almas usadas; le importa ser él mismo y nadie más.

Es entonces que de un salto se levanta, y ya no lo piensa más.