domingo, 2 de enero de 2011

eu!quef?

Es porque luce tan poco complicado convencerse
de la inconsistencia de algo tan real
tan real como los cuentos mágicos
con un final feliz ideal

que es tan falso o tan cierto obsesionarse
con la incondicional sensación de soledad
una soledad que te miente porque no la quieres
una que no has de abandonar
por los inexistentes viejos tiempos buenos
y los malos que son de verdad.

Luego desquiciado por el pequeño defecto
de suponer que ahí está, en el medio de la gente
así de fácil de encontrar
y también defraudado por saber
que en realidad ahí no está

todos dicen que está en uno mismo
que solo es cuestión de saltar
saltar de un lado al otro
prueba aquí y prueba allá.

Yo digo que eso no es cierto
barbaridad de cualquier adicto para negar
uno tan loco y triste que ya no tiene en que pensar
al que le arrebataron las ganas de sentir
algo más que soledad

Como si hubiese estado vivo todo lo que nunca pasó
prefiriendo creer que fue realidad
se inventa sobre una, otra fantasía irreal

que se debe a una equívoca acepción
difícil de asimilar
lo veo más que como una palabra
yo lo siento en realidad

Y lamento sentirlo tan solo
es un flagelo terco antisocial
porque supone que su contraparte
volverá a su estado normal.

martes, 19 de octubre de 2010

Cáustico y Capcioso

De bien a mal el animal se balanceaba,
abstemio y anormal se columpiaba.

Un ardor ácido limón,
dulzón amargo a crema de licor,
resaca y aliento de sobrio intoxicado
por bastardas y terribles
sensaciones de rencor.

Ni bien ni mal después sino cansancio,
sino momentos de desidia y sarcasmo.

Limón ácido de crema,
 licor dulzón intoxicado,
sobrio ardor, amargo aliento:
un normal sentir a soledad.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Del método para construir un gran amor

Sin embargo cuando se ama, no se necesita callar,
se desecha el lujuriar, desentender, precipitar y olvidar.
Se respeta ser constante, no hacer nada artificial,
no mentir, no tentarse, sustentarse en la verdad.
El amor es con cariño, con toda sinceridad,
con pasión, constancia y realidad...

martes, 31 de agosto de 2010

Ignominia y algo más

Devorado como antes por una mirada cualquiera, él sufría, pero con despreciable intensidad; no fue del todo similar. 
Aún así latía algo apenas, como de especie vulgar, de grotescos rasgos ajenos a su ajena voluntad, fue ignominia la verdad, eso fue todo y nada más.
Algo antes que a alegría supo, algo más bien casi moral, ahora un poco imperceptible; ignominia no fue todo, fue también quizá algo más.

sábado, 28 de agosto de 2010

Comatose

No pasa nada, nunca se sabe, él no lo sabe. Todos lo viven, él lo respira, nadie lo mira. Solo depende, no está consciente pero lo siente.
Esta perplejo y ahora lo sabe, ahora lo intenta. Despertar busca, no lo consigue, algo le impide.
Pero es ahora que lo lamenta, ¿quieren que mienta?. El pesar duele, nada consuele, siento que muere.
Muere y muere en su agonía, dejó atrás la fantasía, y el dolor que es sutil, leve y fútil ya no se siente, solo se mira.

martes, 17 de agosto de 2010

InfiMal (fragmento)

Entonces caminaba solitario por la calle, en busca de huevos para tibiarlos en el desayuno. Vehículos vacíos puestos de acuerdo para acumularse. En esa intersección inventaban un caos imperceptible, todos estábamos acostumbrados a eso. De molestarle, no, pero estaban tan vacíos como un tronco roído por termitas, casi deshabitado. 
No hay menor idea del porque se cruzó en su mente esa irremediable situación pero de algo estoy seguro; el día estaba frío y sus pasos estaban lentos, como no queriendo avanzar, estancándose en el inmediato pasado. 
No es fácil vivir solo recordando, inclusive los pasos que se dan en segundos se olvidan, y la mente, su mente, maquinal en sus acciones, le resta solo pasarse de revoluciones recordando, mas no viviendo el presente.
Pobre hombre, un ínfimo mal cercaba su vida. 
Ojalá él pudiese transportar la preocupación del pasado al presente. 

jueves, 12 de agosto de 2010

Cortometraje


P.P.: luna henchida y pino aubérrimo,
P.M.: colosales e infinitas estrellas,
P.G.: frío casi visible.
Diafragma abierto, pupila dilatada, sensación descomunal.

Marquesina blanca, chaqueta roja de color, una hermosa mujer y un hombre.
Reloj de agujas 7:49, agua en el pavimento, y a las 8 un taxi amarillo.
Toma de 11 minutos que duraban siglos, años luz de supernova, calor de un sol infinito.

Desgarrador delirio, melodrama de un solsticio, cruel memoria de un bisoño inexorable.
Filme en bucle infinito, en su mente, en su alma, casi siempre él conmovido.
Aguardando impaciente una nueva segunda toma, por los errores cometidos; el maquillaje erróneo corrido.

La cinta había terminado, casi inexistente, al inicio; cortometraje inevitable porque la actriz se deshizo.